La resiliencia (¡que palabrita!): El Arte de Sobrevivir y Prosperar Frente a la Adversidad
En un mundo lleno de desafíos y obstáculos, la resiliencia emerge como una cualidad humana fundamental. Es la capacidad de enfrentar la adversidad, el trauma, la tragedia o el estrés, y recuperarse de ellos. Pero no es solo sobre sobrevivir, sino también crecer, transformarse y prosperar a partir de esas experiencias.
¿Qué es la Resiliencia?
La resiliencia es un concepto multidimensional que abarca una serie de habilidades y características psicológicas, emocionales y sociales. Implica la capacidad de adaptarse positivamente a situaciones adversas. Es una habilidad que tenemos para reponernos al dolor, al trauma, o al sufrimiento que pasamos en la vida. Todo ser humano podemos aprender, sacar lo mejor y crecer ante las adversidades que se presentan en nuestra vida, ya sea que estas circunstancias hayan sido elegidas por nosotros mismos (como la ruptura de una relación que no daba para más, la renuncia un trabajo, a un proyecto, etc.) o que solo nos “toco” estar allí (un accidente, una enfermedad). Mantener un sentido de equilibrio emocional, y continuar avanzando a pesar de las dificultades. La resiliencia no es un rasgo que algunas personas tienen y otras no, es algo que se puede desarrollar y fortalecer a lo largo de la vida.
¿Cómo ser resiliente?
La resiliencia necesita cumplir con 2 requisitos: a) DECISION: querer hacerlo y b) AMOR: lo contrario del miedo.
El miedo es una respuesta natural y tiene la función de mantenernos alerta y nos sirve para el autocuidado, pero, cuando le permitimos crecer desproporcionadamente, nos paraliza y daña. Cuando hay una cantidad desproporcionada de miedo, no tenemos espacio para llenarnos de la cantidad necesaria de amor. Nos quedamos atorados o nos vamos para abajo. Por eso es vital soltar el miedo y procurar, en medida de lo posible, llenarnos de amor y fe.
Si decides tomar esta circunstancia por la que estas transitando de la forma más amorosa posible, entonces y solo entonces te encontraras en posibilidad de trascenderlo para tu mayor bien.
Sólo desde el amor puedes seguir los 3 pasos para transformar el dolor en crecimiento:
1) ACEPTACION - Aceptar lo que no fue, lo que no es y lo que no va a ser. No quiere decir, necesariamente, tirar la toalla ni rendirse, pero no puedes negar que está ocurriendo y es así, es real. Duele y duele mucho, sin duda, pero cerrar los ojos o negarlo no va a hacer que desaparezca. Acepta el hecho y el dolor que te causa. Llora lo que tengas que llorar para dar espacio a lo que sigue. Hay que vaciarse para llenarnos de un contenido nuevo. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo, pero se puede y, por tu bien, debes hacerlo.
2) INTEGRA - Agradecer con el corazón el aprendizaje que esta situación te trae, aunque en este instante aún no entiendas cuál es. Agradece profundamente todo lo que sí tienes y agradece la posibilidad de seguir aprendiendo y creciendo. Agradece la oportunidad de experimentar toda la gama de emociones de la que somos capaces y la capacidad de decidir buscar aquellas que resuenan más con tu alma. Da gracias por lo que fue, por lo que es y lo que será...
3) AVANZA Y TEN FE - Confía plenamente que llegarás a un lugar mejor de el que te encuentras ahora. Confía en que este trago pasará y, aunque en este momento no tengas claro el panorama, te habrás convertido en mejor persona. ¡No te aferres a una expectativa concreta! Actúa con el corazón y suelta, ábrete a una nueva posibilidad y a una nueva puerta aún sin saber que sea o que haya detrás. Confía en que lo que viene conviene.
La resiliencia no solo te beneficiará a nivel individual, sino que también tiene un impacto positivo en las comunidades y la sociedad en su conjunto. Las personas resilientes son más capaces de enfrentar los desafíos del mundo moderno y contribuir de manera constructiva a sus comunidades.
Todos estamos en proceso constante de transformación, evolución, aprendizaje y crecimiento, no somos producto terminado, y así, imperfectos, tenemos la capacidad de lograr milagros con nuestras vidas siendo resilientes. ¡No lo dudes!
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